La tarjeta de crédito, ese trozo de plástico que los expertos financieros solo recomiendan usar para financiar compras de manera excepcional y aplazar pagos con vencimiento a fin de mes, se está convirtiendo en un arma de doble filo para los hogares españoles.
A nadie se le escapa que los elevados niveles de inflación registrados en los últimos años y la subida de los tipos de interés, que ha afectado de forma notable a los propietarios que tienen contratada una hipoteca variable, ha provocado una importante merma en la renta disponible de las familias. En este callejón sin salida, los hogares han intentado sobrevivir a la crisis de precios como han podido. Incluso han tenido que recurrir a prácticas de riesgo que pueden poner en peligro sus finanzas.
Según un estudio reciente realizado por Agencia Negociadora, fintech dedicada a la intermediación de crédito inmobiliarios y reunificación de deudas, hasta un 16% de propietarios paga ya con tarjeta de crédito su cuota de la hipoteca.
El uso de la tarjeta de crédito para abonar la cuota hipotecaria debe ser siempre el último recurso, ya que convierte un préstamo de bajo interés a largo plazo en uno de alto interés a corto plazo. Así lo explica la Agencia Negociadora: "El pago de la cuota se acumula en el crédito de la tarjeta, que, a su vez se aplaza, convirtiendo un préstamo a bajo interés y largo plazo en uno de altísimo interés y corto plazo".
De esta forma, lo que ocurre es que "se refinancia el crédito más barato al tipo más caro" y que esta operativa suele repetirse "tantas veces como límite disponible tengan las tarjetas de crédito, incluso suscribiendo la contratación de más tarjetas".
Esta práctica, como ha constatado Agencia Negociadora, ha ido en aumento como consecuencia de las subidas de tipos que el Banco Central Europeo (BCE) inició en julio de 2022, lo que ha impulsado de manera paralela al Euríbor, el índice hipotecario de referencia en España, que llegó a superar el 4% a finales de 2023.
Así, por ejemplo, para quienes firmaron su hipoteca variable cuando el Euríbor se situaba en negativo las cuotas se han disparado. Según cálculos del comparador y asesor hipotecario iAhorro, estos hipotecados habrían pagado hasta 8.000 euros más en los últimos dos años.
Intereses superiores al 20%
Desde el comparador financiero HelpMyCash, Miquel Riera, experto en hipotecas, asegura que "el interés aplicado por devolver el saldo dispuesto de una tarjeta de crédito en cuotas mensuales suele superar el 20%" frente al aproximadamente 4% de interés que pagaríamos abonando la hipoteca de la forma habitual.
"A eso hay que sumar la comisión que muchas entidades cobran por traspasar dinero de la tarjeta a una cuenta corriente o por sacar dinero a crédito de un cajero, que en algunos casos alcanza el 5% sobre el importe dispuesto", añade.
Riera desaconseja por completo esta forma de proceder y aconseja en el caso de tener problemas para afrontar las mensualidades "pedir cita al banco y tratar de encontrar una solución", como "alargar el plazo de la hipoteca para reducir el importe de las cuotas, solicitar una carencia…".
La salida al sobreendeudamiento
El estudio de la Agencia Negociadora no incluye solo esta mala noticia. También asegura que las tarjetas de crédito están siendo utilizadas cada vez más por los hogares para financiar gastos corrientes del día a día (cesta de la compra, combustible...), recibos de suministros (agua, luz, internet...) o bienes de consumo (lavadora, televisión, móvil...).
"Agencia Negociadora ha constatado que en el 62% de las operaciones en las que está presente el sobreendeudamiento, existe una generalización en el uso pernicioso de la tarjeta de crédito", precisa la compañía financiera, que afirma este "mal uso de la tarjeta de crédito es un claro síntoma de que las finanzas personales no están bien, y manifiesta que ya existe un problema que no se resuelve aplazando los pagos una y otra vez, hasta el infinito".
En su opinión, la mejor opción para estos hogares es la "agrupación de deudas", método con el que puedes reducir hasta en un 80% lo que tienes que pagar al mes. "Estas operaciones permiten reducir de manera sustancial la carga financiera mensual, concentrando en un solo pago el conjunto de los diferentes recibos que se pagan mensualmente. Además, se obtiene una reducción media del 68% del interés pagado por el conjunto de las financiaciones", concluye.
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